Cortinas Acústicas

La formación profesional ha cambiado mucho en las últimas décadas, porque actualmente la oferta formativa es mucho más variada en lo que se refiere a profesiones tales como carpintería, mecánica o electricidad, siendo en la práctica auténticas fábricas donde los alumnos ponen en práctica lo que en un futuro va a ser su profesión.

En este ámbito educativo es normal que los alumnos manejen herramientas y cierta maquinaria, por lo que los ruidos son habituales en las zonas de prácticas. Pero no podemos olvidar que los ruidos son un problema para la salud y los alumnos han de aprender en un entorno saludable que mantenga un ambiente lo más silencioso posible o al menos con los niveles en decibelios tolerables por el oído humano.

Para hacer más llevadero a los alumnos una jornada de aprendizaje en horas de prácticas, muchos de estos recintos son adaptados con materiales aislantes y reductores del ruido. Entre las medidas aplicadas está la utilización de cortinas de separación en zonas donde hay máquinas, una solución que en determinadas circunstancias de actividad plena puede reducir la reverberación y el exceso de ruido.

Por ejemplo un taller de carpintería, dispone de máquinas como sierras circulares que pueden llegar a los 95 DB, alimentadores, lijadoras, tronzadoras, colectores de polvo, etc…, todas ellas a veces en pleno rendimiento, lo que generan mucho ruido. Evitar este problema es vital para favorecer un entorno saludable.

Hoy día la formación profesional tiene un valor añadido importante para la sociedad, que demanda más profesionales bien formados. Así mismo con la nueva FP se fomenta el trabajo en condiciones de seguridad y salud, así como prevenir los posibles riesgos laborales y medioambientales derivados del trabajo con una mejor formación en prácticas que simula fielmente las condiciones de la empresa real.

Hoy en día los componentes usados en un taller de mecánica son muchos y en la mayoría de las aulas ya existen auténticos complejos para preparar debidamente a los alumnos en esta materia. Hay diversas maneras de formarse en relación a la mecánica de vehículos, desde el aprendizaje autodidacta hasta los estudios universitarios.

Sin embargo, hoy en día una de las mejores formaciones para ser mecánico se sigue ofreciendo en los cursos de formación profesional ya que muy pocas universidades ofrecen formación específica para el profesional del taller, en la mayoría de los casos por carecer de instalaciones adecuadas.

El ruido en las instalaciones agropecuarias también existe, no solo es un problema de las ciudades urbanas e industrializadas, el campo y la industria agraria también genera ruido.

Es una actividad de gran importancia estratégica como base fundamental para el desarrollo autosuficiente y riqueza de las naciones.

Determinada maquinaria utilizada en el arado, fumigación, limpieza, recogida y separación de las distintas cosechas hacen que los trabajadores del campo puedan sufrir problemas auditivos, a pesar de estar en un área agraria apartada de la industria pesada de la gran ciudad.

La exposición al ruido en instalaciones agropecuarias  o en una nave agrícola con maquinaria en funcionamiento puede causar una gran reverberación o eco que además de hacer ininteligible la comunicación, causa a medio y largo plazo problemas de salud auditiva entre quienes trabajan en ese ambiente.

La principal causa es la de contar con equipos no insonorizados, siendo muy usual este problema en grandes envasadoras agrícolas por no estar bien aislados acústicamente.

De acuerdo con la normativa vigente, cuando se superen los 80 dBA se deberán adoptar medidas de forma que el nivel de exposición sea inferior a 80 dBA.

Separar y aislar acústicamente los equipos más ruidosos como motores  de maquinas vibratorias u oscilantes para separar semilla o cáscara, cribadoras, máquinas con bandas transportadoras o empaquetadoras, demuestran el nivel ruidos al que puede llegar un almacén de estas características.

En las grandes empresas de procesados de alimentos, la maquinaria es una pieza fundamental para grandes producciones pero sin un adecuado acondicionamiento acústico, secciones como la de montaje de envases donde se usan plegadoras muy ruidosas, preparación de pedidos en muelles de carga o líneas mecanizadas requieren de una evaluación.

Los cambios en su mayoría de los casos se realizan para justificar mejoras de rendimiento, dejando de lado el problema de los ruidos. Un cambio de motores o un nuevo montaje de estructuras que mejoran la productividad, pero a veces al no tener en cuenta los niveles de decibelios o la reverberación causante puede generar a medio y largo plazo problemas auditivos y de comunicación.

Después de un largo año confinados en casa, muchas familias, jóvenes en especial han salido a la calle con más ganas que nunca, para hacer deporte, compras, etc…Los bares han vuelto a abrir y las reuniones de personas en la calle en las terrazas de los bares han provocado algarabías y mucho, mucho ruido que ha generado en que muchos hogares tengan que cerrar ventanas.

Pese a tratarse de un año marcado por el confinamiento domiciliario, cada vez son más las familias que declaran sufrir afecciones por ruidos producidos por sus vecinos o del exterior.

Con el objetivo de prevenir, vigilar y reducir la contaminación acústica se creó en 2003 la Ley del Ruido, a la que se han ido uniendo distintas normas europeas, autonómicas y municipales.

Las ordenanzas municipales establecen los niveles de ruidos permitidos en cada horario en función de la zona (residencial, industrial, docente, etc.).

Ante situaciones límites a punto de hacer la paciencia a cualquiera que no pueda dormir por la noche, antes de tener más de un quebradero de cabeza en denuncias y desavenencias con los vecinos o locales comerciales cercanos a nuestro domicilio, podemos hacer un poco más por aislar acústicamente nuestro hogar.

Soluciones hay muchas, aunque algunas más efectivas que otras, como por ejemplo la colocación de una contraventana exterior o la instalación de cortinas acústicas multicapas.

Estas cortinas no resuelven plenamente el ruido del exterior, pero sí lo atenúa considerablemente si la instalación está bien hecha y las condiciones de la ventana acompañan.

Por ejemplo, en muros donde el aislamiento brilla por su ausencia, las vibraciones y entradas de aire originan una propagación del ruido con mucha facilidad hacia el interior de la vivienda.

Con todo ello, las estaciones del año cambian los hábitos de las familias, así en verano cuando por la noche dormimos con las ventanas abiertas por las altas temperaturas, estaremos expuestos más que nunca al ambiente ruidoso de la calle.

Por otra parte cerrar las ventanas de noche merma la calidad del sueño, porque se ha demostrado según la comunidad científica, que bajar la temperatura corporal unos grados ayuda a acelerar el metabolismo, con la consecuencia de que se pierde peso y al mismo tiempo se regula mejor los índices de azúcares previniendo la diabetes.

Es cierto que las cortinas acústicas se usan para aislar mucho más una habitación del ruido exterior, por lo que no tendría sentido el dejar las ventanas abiertas con este tipo de cortinas.

También es obvio que un conjunto de medidas como realizar un buen sellado en las juntas de las ventanas y mejorar el sistema de recogida de la persiana puede reducir mucho más la entrada de ruido a nuestra vivienda.

Este es un problema típico del verano cuando abrimos las ventanas y cortinas para refrescar las habitaciones, porque si no tenemos unas buenas mosquiteras podemos pasar mucha calor y lo que es peor los mosquitos harán de las suyas.

Otra solución es mantener cerradas las ventanas y cortinas para aislarnos del ruido de la calle pero hacemos un gasto excesivo de los aires acondicionados para compensar la falta de aire del exterior.

Realmente buscar un equilibrio entre bienestar y ahorro es difícil, aunque podemos recurrir a determinados aparatos que emiten ultrasonidos que actúan como ahuyentadores de mosquitos y otros insectos.

Estos dispositivos emiten sonidos a muy alta frecuencia que en principio puede beneficiarnos, pero que en el caso de determinados insectos como las abejas pueden alterar su actividad polinizadora que ejercen de manera simbiótica con las plantas.

El funcionamiento de estos aparatos es bastante sencillo: se conecta a la toma eléctrica de la vivienda emitiendo un sonido de alta frecuencia permanentemente por toda la casa.

Este sonido es imperceptible para el oído humano,  pero genera tales molestias en este tipo de insectos y roedores que acaban por marcharse a otro lugar o no entran en el hogar.

Estos aparatos son dispositivos electrónicos que emiten sonidos de alta frecuencia diseñados para repeler cualquier plaga. Moscas, mosquitos, arañas, cucarachas, ratas son los principales animales que se ven afectados por el ultrasonido.

De esta manera si vivimos en la ciudad tanto las avispas como los mosquitos o cucarachas se mantendrán lejos de nosotros si tenemos plantas en la terraza o jardín y podremos abrir tranquilamente las ventanas y cortinas para refrescar nuestro hogar y así no hacer un gasto excesivo de los aires acondicionados.

Junto a estos molestos insectos tenemos que tener presente también las grandes antenas de telefonía que tenemos a nuestro alrededor y otros aparatos wifi.

Estos emiten unas ondas imperceptibles para el oído humano pero que a la postre puede alterar nuestro sistema nervioso, de ahí que muchas cortinas lleven incorporadas capas de materiales textiles que frenan este tipo de ondas.

Todas las soluciones tienen sus contraindicaciones y no siempre son compatibles con determinadas circunstancias, por ejemplo, los ultrasonidos nos ayudan a ahuyentar los insectos indeseables pero pueden molestar a los niños más pequeños.

En plena ola de calor, mantener las cortinas cerradas para evitar los insectos y refrescar con aire acondicionado las habitaciones puede conllevar un gran gasto en la factura de la luz a final de mes.

Por último recomendamos en épocas de mucho calor el abrir ventanas antes de las 9 de la mañana para frenar el calor en verano. La temperatura es más suave a primera hora y, aparte de renovar el aire, podrás refrescar el ambiente. Pasado un rato, acuérdate de bajar persianas y cerrar las cortinas opacas para evitar que dé el sol directo el resto del día.