Cortinas divisorias acústicas para grandes oficinas

La gestión moderna de la empresa actual pasa por mejorar la comunicación entre sus empleados, frente a los viejos paradigmas del ordeno y mando donde hasta el diseño de los centros de trabajo estaban muy delimitados y jerarquizados.

Ahora y ante la necesidad de crear un liderazgo más efectivo, el rediseño de estancias administrativas requiere de espacios más funcionales y versátiles, donde la interacción entre trabajadores es más importante para conseguir una mejor gestión, por ello se recurre a las cortinas divisorias acústicas.

cortina divisoria para oficinas
Cortinas divisorias acústicas ignífugas

Entre las medidas que se adoptan en esta nueva era de la comunicación, es la de abrir espacios para que todos tengan acceso a la información, pero al mismo tiempo la gestión parcial de determinados espacios recomienda la utilización de cortinas divisorias acústicas.

Este tipo de cortinas que instaladas estratégicamente sobre rieles consiguen aislar rápidamente un espacio para realizar reuniones de trabajo o cursos de formación de manera rápida.

Oficinas sin paredes para una mejor gestión, soluciones dinámicas:

Los espacios diáfanos sin compartimentaciones permiten derribar las jerarquías y los muros entre los trabajadores, favoreciendo en mayor medida la comunicación entre los diferentes miembros del equipo y generando un ambiente distendido.

En las oficinas abiertas el ambiente es más informal y relajado, lo que hace que los trabajadores se sientan más felices. Además, el hecho de ver trabajando a los compañeros hace que  la actividad no cese y que los trabajadores se sientan parte más activa de la empresa creando incluso un estímulo o motivación para mejorar.

La falta intimidad puede ser una desventaja, porque al estar un ambiente transversal de manera continuada, no siempre se puede expresar determinadas actitudes.

Aunque por otra parte con la ayuda de las cortinas divisorias acústicas este problema quedaría resuelto en momentos puntuales para pequeñas reuniones o incluso para crear un pequeño espacio para la comida en la misma oficina.

cortinas ignífugas para oficinas
Cortinas de separación para oficinas

Al estar en un espacio abierto lo visual prioriza y los gestos, emociones y el propio lenguaje han de guardar un equilibrio para que los trabajadores actúen con armonía y dinamismo entre los demás compañeros.

Es otro modo de gestionar el trabajo, porque trabajar en espacios abiertos nos hace exponer más nuestro carácter y cuando no hay concordancia entre estas tres variables (intención, gestos y lenguaje), entonces se da más credibilidad al cuerpo y gestos que al propio lenguaje.

Trabajar en espacios diáfanos fomenta la creatividad colectiva e individual. Cuando la comunicación aumenta y, las ideas circulan se retroalimentan y se multiplican, crecen, se diversifican generando más y más posibilidades de manera exponencial.

Las oficinas del futuro tenderán a ser diáfanas, transformadoras de ideas transversales y provocando un liderazgo exigente pero humanizado, humilde pero reconocido y a título arquitectónico proporcionará más flexibilidad espacial, porque un espacio abierto es más flexible y por tanto, tiene más posibilidades para poder cambiarlo y organizarlo o distribuirlo a medida que las necesidades vayan cambiando con la ayuda de cortinas divisorias acústicas.

Qué ha traído y qué se lleva la pandemia…

Todo en la vida tiene vasos comunicantes y con la pandemia del Covid-19 la ausencia de ruido y por consiguiente la desaparición de la contaminación acústica, los olores parecen que brotan con mayor intensidad.

Durante este tiempo las cortinas carecían de utilidad y no hacían falta correrlas, la sensación de paz y de aire puro invitaba a abrir las ventanas en busca de esa ansiada libertad.

cortinas acústicas
Cortinas Acústicas para reducir el ruido del exterior

Si no, que se lo pregunten a María, la vecina del segundo que antes tenía que cerrar las ventanas para que no se colase el polvo y el humo de los coches, además del ruido infernal que se generaba por el tráfico rodado intenso hacia su vivienda.

Durante el confinamiento se hizo un silencio sepulcral y ahora el aroma de un buen guiso o una barbacoa se apreciaba con mayor intensidad, incluso esos olores no molestaban entre vecinos porque la relación que se mantenían entre ellos era algo nuevo, dejamos de ser anónimos desde el balcón de casa.

Estos son algunos de los efectos secundarios de la pandemia y la bajada contundente del ruido y lo que conlleva la inactividad humana en las grandes ciudades.

silencio con cortinas acústicas
El silencio en las calles

Pero no solo los olores se apreciaban más, el paso de las aves y su canturreo ahora son más audibles porque el trastorno de la contaminación acústica ha devuelto cierta paz en las ciudades. Es por ello que determinados animales sensibles al ruido han recuperado cierta normalidad natural en sus biorritmos y ahora son más visibles.

Antes, los efectos de la contaminación acústica creaba una cortina separadora entre el reino animal y los humanos, desplazando algunas especies y haciendo que algunos depredadores sean los que se vieran afectados por la contaminación acústica y por consiguiente sus presas en muchos casos empezaran a crecer fuera de control.

Otro efecto colateral por la alteración de los ecosistemas causada por el ruido es en algunas especies, derivando en una drástica reducción de las mismas.

En estos tres meses de confinamiento hemos tenido las ventanas abiertas mucho más de lo normal, aprovechando el silencio impuesto por las autoridades y roto a las ocho de la tarde con los aplausos que se dedicaban a nuestros trabajadores sanitarios que tanto esfuerzo han puesto al servicio de quien más lo necesitaba.

Ahora que vuelve la nueva normalidad el ruido vuelve a camuflar los olores, porque volvemos a correr las cortinas acústicas que una vez compramos para no solo evitar el ruido, también para tener opacidad a la luz y el poso del aire.

Y de nuevo se vuelve a tener estrés, aunque no a los niveles de antes y éstos empiezan a causar efectos negativos para la salud humana. Por ello el límite recomendado por la OMS como “tolerable” no debe superar los 65 durante el día y los 55 durante la noche.

Ahora valoramos el silencio más que nunca y por eso recurrimos a reacondicionar nuestros hogares con recursos como las cortinas acústicas que no solo actúan aislándonos del exterior, también nos ofrecen nuevas posibilidades decorativas que antes no eran posibles.