Los telones acústicos son cortinas de mayor tamaño y peso utilizadas en teatros, auditorios, grandes salones destinados a exposiciones o actos, con la particularidad de que aportan un grado mucho mayor de absorción acústica en recintos donde la reverberación es más acusada.
Es sabido que a mayor volumen en un recinto cerrado el sonido tiende a reverberar provocando la formación de ecos indeseados, es entonces cuando el diseño decorativo cobra mayor importancia, porque han de complementar ornamentación con funcionalidad acústica. En esta funcionalidad se dotan los materiales con texturas que actúan como dispersores o diluyentes de las ondas sonoras.
En cuanto a estos materiales acústicos utilizados para reducir la reverberación, destaca el uso de difusores de madera en el hall de los distintos pisos, y superficies de alta absorción como son las cortinas del escenario, telones acústicos o los revestimientos de la propia tapicería de las butacas, paredes e incluso el suelo con una moqueta.
Un sistema que ajuste no trata solo de focalizar la respuesta sonora en un solo lugar, mediante los tejidos acústicos que se usan para confeccionar por ejemplo los telones acústicos para los teatros y las cortinas acústicas, todo junto suman un conjunto efectivo para ganar una buena sonoridad acústica. … Estas no sirven únicamente para decorar como podrían pensar muchas personas, sino también para regular el eco y reducir los tiempos de reverberación.
Tenemos que darnos cuenta que cuando se emite desde una fuente sonora emitiendo un sonido continuo en función del tiempo, la densidad de energía sonora en un punto determinado de la sala incrementa (crecimiento) hasta llegar a un estado de equilibrio en el cual la energía absorbida por la sala es igual a la emitida por la fuente, el denominado nivel de estado estacionario o régimen permanente.
Los factores objetivos que inciden directamente sobre la calidad del sonido son la distribución del sonido mediante una inclinación o curvatura idónea del patio de butacas, el uso de materiales que eviten la reflexión, pero también hay que tener en cuenta que una total absorción del sonido puede hacer decaer la percepción en la intensidad necesaria en zonas alejadas, de ahí que se tenga que ajustar las zonas de sombra acústica.