Los paneles acústicos orientables verticales para techos son una solución para grandes recintos con mucho volumen interior que actúan como deflectores, donde el sonido no puede escapar y dependiendo de los materiales del lugar, pueden actuar como un componente corrector sónico.
En caso de disponer de una acústica fija, pueden resultar anómalos e ininteligibles los sonidos cuando se trata de conversaciones si se mezclan con actividades industriales, formándose reflexiones inconexas e irregulares.
La acústica como ciencia pues cobra aquí sentido cuando se ponen soluciones tan eficaces como las que proponemos en este post, paneles acústicos orientables, con la ayuda de pequeños motorreductores sincrónicos instalados en un falso techo, más un controlador principal y un control remoto que hace girar el panel acústico en función de las necesidades.
En espacios polivalentes o multifuncionales como son las salas de conferencias que compaginan el espacio con audiciones musicales o teatros, la calidad del sonido puede variar en función de la ocupación del aforo.
Otra variable que afecta a la acústica es el tipo de evento y la textura de las superficies donde se reflejan las ondas sonoras, por ello los quebraderos de cabeza llegan cuando se quiere dar una solución definitiva que contente cualquier cambio de situación.
La colocación de paneles acústicos fijos solamente dará resultado para un fotograma de entre el amplio abanico sónico, sin que pueda modularse la sonoridad del recinto, por eso se aprovecha la innovación y la creatividad en automatismos programables haciendo que se pueda modificar acústicamente un recinto cerrado.
Estos motores reductores giratorios hacen que estos apantallamientos acústicos se orienten adecuadamente y también sectorizando las zonas que deseemos modificar.
Un panel acústico vertical fijo solo puede adecuar el sonido en un espectro muy limitado, pero si se reorienta podremos variar la reverberación y acortar sus tiempos por debajo de T60. Así pues prácticamente tendremos unos paneles acústicos orientables que funcionen como una «veleta», amoldándose al tipo de sonido según las circunstancias.
Normalmente estos paneles se instalan en falsos techos de escayola, con un motorreductor en su parte interior que va unido a una pletina y esta a su vez soportando el panel que girará entre 1 y 3 RPM.
Este tipo de equipamiento está pensado para soportar pesos ligeros, pero no por ello menos efectivos, ya que la composición interna de estos paneles está constituida por fibras súper absorbentes muy ligeras y porosas, que atenúan perfectamente el sonido.