Las empresas especializadas en certificar la idoneidad acústica de determinadas instalaciones cuentan con personal altamente preparado, que saben cómo aplicar las diferentes técnicas de estudio y análisis ante determinadas circunstancias, como por ejemplo la reducción del ruido dentro de una fábrica, aislando grandes máquina y motores.
En estas empresas se hacen estudios y su posterior certificación, tomando como muestra materiales para su análisis en laboratorios acústicos y que está compuesto por técnicos altamente cualificados y con gran experiencia dentro del sector.
Entre las muchas pruebas y homologaciones que realizan estos laboratorios están las certificaciones de determinados textiles utilizados en la fabricación de cortinas acústicas.
Entre las pautas y criterios para la mejor idoneidad acústica en cuanto a materiales, está la realización de un estudio pormenorizado, habiendo de tener bien definido las características del estudio acústico a realizar de forma precisa y, posteriormente, conocer los índices acústicos que se deben medir.
Tras tener atado el punto anterior y en función de los primeros análisis previos a la evaluación del material expuesto, se escogerá la instrumentación adecuada para realizar dichas medidas, entre las cuales está el tubo de impedancia, el sonómetro y una sala cerrada insonorizada para el estudio del comportamiento de los materiales de forma aislada, pero también y esto es muy importante en cohabitación con otros materiales.
Los ensayos acústicos que se realizan en una sala especialmente acondicionada para este tipo de pruebas se hacen acorde a los requisitos expuestos a la norma UNE-EN ISO 140-1. La sala acústica de un laboratorio para la homologación de cortinas acústicas y otros materiales permite realizar ensayos a muestras con una superficie de hasta 10 m2 e incluso superficies mayores.
Este tipo de ensayos consiste en la medición en laboratorio del aislamiento acústico al ruido aéreo de los elementos de construcción y de determinados textiles en diferentes combinaciones.
El índice de aislamiento acústico con respecto al ruido aéreo se calcula a partir de los niveles de presión sonora en la sala emisora y en la sala receptora, teniendo en cuenta para el cálculo, la superficie de la muestra, el volumen de la sala receptora y el área de absorción equivalente de dicha sala calculada a partir de los valores del tiempo de reverberación.
Dentro de estas salas acústicas se evalúan las características de absorción de las cortinas, según norma UNE-EN ISO 354_2004, siendo la superficie de este tipo de salas de entre 10 y 12 m2.
En su interior se utilizan (micrófonos, analizador espectral, verificador, autónomo, fuentes dodecaédricas, difusores acústicos y paneles que simulan diferentes superficies acordes al lugar de origen).
Entre los coeficientes de absorción más utilizados para la medición sobre cortinas acústicas, se encuentran el NRC (Noise Reduction Coefficient) descrito en la norma ASTM C423, se obtiene calculando la media aritmética, redondeada al múltiplo de 0.05, de los coeficientes de absorción en las bandas de 250Hz, 500Hz, 1kHz y 2 kH, siendo su versión más reciente del NRC el coeficiente SAA (Sound Absorption Average).
Otro de los coeficientes globales más usuales es el αmid (coeficiente de absorción medio) descrito en el documento DB-HR del Código Técnico de la Edificación, como la media aritmética de los coeficientes en las bandas de 500Hz, 1kHz y 2kHz.