En talleres es habitual contar con un compresor que proporcione aire comprimido, siendo éste utilizado para mover cualquier pistón que es accionado por una maquinaria especializada, sea en empresas metalúrgicas pequeñas, medianas o de la industria pesada, la cuestión es que generan mucho ruido.
Por tanto, su aislamiento acústico es básico para al menos hacer más llevadero las largas jornadas en este tipo de industrias. Con este artículo queremos demostrar nuestra experiencia en una de estas empresas, donde confeccionan cortinas acústicas.
El compresor utilizado es industrial de 25l, generando 97db se le instalan a medida unas cortinas aislantes que rodean por completo el compresor y dejando una cortina acústica frontal para abrir o cerrar dependiendo de la temperatura.
Al tomar los valores previos podemos ver como el sonómetro recoge 86,3db con la cortina frontal abierta, una vez cerrada la cortina se vuelve a tomar valores con el sonómetro y nos marca 70,3db.
Controlar los niveles de ruido es importante para evitar daños auditivos y otros malestares físicos que pueden derivar en enfermedades crónicas. Por ello exponemos a continuación los diferentes umbrales de tolerancia para los niveles de ruido:
55 – 62 decibeles: Nivel óptimo para el oído humano a un metro de distancia.
62 – 70 decibeles: Un rango todavía aceptable, pero una exposición por más de treinta minutos sin equipo de seguridad puede ocasionar dolores de cabeza, parpadeos acelerados, zumbidos en los oídos.
72-82 decibeles: Equipo de seguridad necesario.
Evitar exposiciones prolongadas a un metro de distancia.
Estos niveles de ruido pueden provocar tensión en los músculos, taquicardia y problemas cardiovasculares y agitación en la respiración.
82 – 100 decibeles: Equipo especializado de seguridad para disminuir el nivel de ruido.
Se recomienda no exponerse a estos niveles de ruido por más de quince minutos.