Aislarnos del ruido no es solo llegar a casa y cerrar ventanas, también los miles de pensamientos que nos hacen estar inquietos y que nos llenan la cabeza de preocupaciones pueden seguir perturbando nuestra tranquilidad cuando llegamos a casa.
Por ello es recomendable hacer un poco de ejercicio, conectar una música relajante, llevar una variada alimentación en horarios lo más regulares posibles y contar con un aislamiento acústico que frene en la medida de lo posible las ondas sonoras que se filtran del exterior a través de las ventanas.
El modo de vida que llevamos tan acelerado nos hace obviar en muchos casos el problema del ruido, que ya lo hemos aceptado como parte de nuestro día a día, pero sin darnos cuenta que internamente nos produce tensión y traumas neurológicos con el paso del tiempo.
El silencio a veces es la única opción que nos queda para encontrar el sosiego, pero esta opción la elegimos cuando no nos satisface los miles de caminos que nos rodea para llegar a donde realmente queremos.
Al final tenemos mucho ruido en la ciudad a nuestro alrededor que nos distrae de lo básico, sentirnos libres y felices con lo esencial. ¿Y qué es lo esencial en nuestras vidas?, pues sentirnos vivos y reconocernos, escucharnos más por dentro y dejar atrás el mundanal ruido del trepidante ritmo de la gran ciudad, que no solo contamina acústicamente, también expide humos y tóxicos por el denso tráfico rodado.
Pero si no podemos evadirnos en un entorno idílico para siempre, al menos podremos acercarnos desde nuestro propio hogar a un estado más sosegado, instalando cortinas acústicas para aislarnos del ruido. Estas cortinas preceden técnicamente a las decorativas, haciendo su trabajo no solo como aislante acústico, sino también como protección contra los rayos UV.
Para estar seguros de lo que compramos, una cortina acústica homologada es aquella que cuenta con certificaciones por laboratorios válidos, principalmente esta documentación se expide para licencias de actividad, tales como gimnasios, centros comerciales, industrias, escuelas de música y danza, discotecas, cafeterías, restaurantes, etc…