La industria manufacturera del metal se encarga de transformar y fabricar todo tipo de componentes y accesorios para todo tipo de productos con un componente férrico, de acero o aluminio.
Por ello hay que distinguir dentro de este sector la metalmecánica, que es la parte que comprende las maquinarias industriales y las herramientas proveedoras a las demás industrias metálicas.
Hay que tener en cuenta que en el amplio espectro de maquinarias existen unas que producen más estrés acústico que otras, como por ejemplo las que realizan operaciones de impacto, punzonado y plegado.
Ya en otros artículos hemos hablado de los distintos tipos de ruidos según su duración e intensidad, además de los efectos que causan en nuestra salud nerviosa y auditiva. Pero dentro del sector del metal, en concreto aquellas fábricas de automatizados que realizan operaciones constantes y repetitivas sobre piezas de metal, originan un ruido de impacto cuyas consecuencias son nefastas para la salud del trabajador.
En las innumerables operaciones de la industria metalmecánica existen unas que ejercen mayor presión de ruido que en otras. Operaciones como mecanizado, ajuste, granallado, pintado, galvanizado, lixiviación, desmoldeo, rebarbado o soldadura, en todas ellas hay un componente acústico que en mayor o menor medida afecta al trabajador.
En este tipo de entornos laborales los trabajadores están expuestos no solo a riesgos por pérdida de audición, también se pueden derivar a consecuencia de este problema otros de falta de concentración y hasta accidentes de todo tipo, de ahí que las autoridades y los convenios colectivos establezcan medidas preventivas para proteger la salud de los trabajadores.
Entre estas medidas preventivas y de protección se encuentran las siguientes:
Medidas o protecciones colectivas:
Sustituir la fuente ruidosa; colocar silenciadores; aislar y reducir las vibraciones; realizar un mantenimiento preventivo de los focos de ruido; absorber del ruido mediante el recubrimiento de la estructura del edificio, encerrar la fuente emisora del ruido; interponer barreras entre el foco emisor y los receptores del ruido.
Equipos de protección individual:
Utilizar protectores auditivos. Éstos, debido a sus propiedades para la atenuación de sonido, reducen los efectos del ruido en la audición, evitando así un daño en el oído. Los protectores auditivos que se comercializan son de dos tipos: orejeras y tapones.
Aislar la fuente de ruido:
Con la utilización de mantas acústicas el ruido de impacto se reduciría al tiempo que frenaría su propagación en espacios abiertos dentro de una nave industrial. También pueden usarse cortinas acústicas para sectorizar amplias zonas rebajando los índices de reflexión y reverberación.