El problema del ruido en los grandes almacenes de logística es muy común, ya que están construidos con un gran volumen de espacio interior, materiales muy rígidos, techos altos y áreas muy abiertas comunes para la preparación de pedidos hacen que se creen ambientes muy ruidosos.
Estas grandes superficies son acústicamente frías y en su mayoría con superficies muy reflexivas en cuanto a materiales, ello quiere decir que reflejan mucho el sonido y por consiguiente producen mucho eco.
Existen formas de acotar el sonido y hacer que la reverberación sea más corta, reduciendo el eco y haciendo más audible cualquier comunicación entre personas.
Una de ellas son la colocación de cortinas acústicas que cuelguen del techo estratégicamente. Este tipo de particiones son llamados también muros cortinas.
Estas cortinas están compuestas de una tela reductora de ruidos haciendo que absorban las ondas sonoras. No se trata de aislar, sino más bien de reducir los tiempos de reverberación y que el sonido se extinga en pocos segundos una vez generado desde la fuente sonora.
No todos los materiales aislantes térmicos son buenos absorbentes acústicos, pero los determinados tejidos técnicos han podido ofrecer resultados muy positivos para hacer un buen acondicionamiento acústico.
Por un lado la tela reductora de ruidos como es el algodón ignífugo utilizado en telones para teatros ha demostrado sus beneficios para adaptarlo en estos entornos donde se produce mucho ruido.
Su alta densidad y apresto unido a la combinación de otras capas de tejidos sintéticos pueden reducir significativamente la alta sonoridad de estos grandes almacenes logísticos.
Por otra parte en la preparación de pedidos en áreas abiertas para organizar rutas de reparto, conviene a veces separarlas con grandes cortinas acústicas, consiguiendo una doble función, reducen el ruido y al mismo tiempo separan diferenciando cada carga o sección.
Cuando se construye un gran almacén logístico el espacio puede parecer una cuestión baladí, pero nada más lejos de la realidad, la distribución del espacio puede presentar problemas en la práctica diaria.
A veces en temporadas de muchas transacciones, hay que reorganizar espacios de manera dinámica o unirlos, para ello una red de rieles pueden convertirse en perfectos divisores de cortinas que ayudan a diferenciar y organizar el trabajo.
Lo mejor de estas cortinas es su capacidad para impedir la propagación del fuego. En caso de incendio pueden hacer de cortafuegos por su gran resistencia a la llama y crear estaciones de trabajo separadas, seguras y estancas.
En grandes almacenes vemos como el cartón es una constante como envase para miles de productos y ello puede suponer un riesgo en caso de un incendio.
Utilizar cortinas acústicas no solo ayuda a reducir la reverberación, también puede aislar el fuego de una sección a otra rápidamente.