Gracias al diseño gráfico e industrial que se utiliza en los museos y exposiciones, se logran combinaciones tan inmersivas e integradoras que la comunicación entre hombre y objeto es tan cercana como vivida. También utilizando elementos verticales de decoración como las cortinas acústicas opacas, se consiguen efectos muy visuales e íntimos, proporcionándole carácter e identidad a la exposición.
Para conseguir un diseño que ofrezca una protección de lo expuesto, hay que tener en cuenta que el ambiente sea propicio en cuanto a temperatura, luz e incluso sonido, pero siempre teniendo muy presente hacer compatibles un binomio, la seguridad y el confort de los visitantes.
En el campo de la seguridad los museos y exposiciones siempre han mantenido un estricto control en cuanto a materiales usados, siguiendo las normas y leyes en materia de prevención contraincendios principalmente las dictadas en el Código Técnico de Edificación (CTE) y las referenciadas a la norma UNE-EN 13773:2003 / Clase 1 que obliga al equipamiento de cortinas ignífugas en lugares públicos, como museos, hoteles, bibliotecas, etc…
Otro punto importante a la hora de organizar una exposición es la orientación de la luz natural, siendo siempre una norma indispensable en este tipo de recintos, donde las ventanas han de estar orientadas hacia el norte o el sur; si esta posibilidad no se pudiese cumplir, debe evitarse la entrada de los rayos directos del sol mediante ventanas opacas o algún otro sistema como las cortinas acústicas con reverso opaco.
Para que una exposición alcance sus fines, como premisa principal debe lograr que el visitante se sienta a gusto en el lugar (un ambiente), ya que dependiendo del tipo de montaje se puede crear un ambiente demasiado cargado o acogedor, tenso o plácido) sino por las condiciones del recinto (iluminación, amplitud del espacio, color del lugar, ruido, etc.)
Muchas veces cuando se trata de organizar una exposición temporal es preferible encontrar un recinto ferial donde poder distribuir el espacio de forma más flexible que si se optara por un edificio con tabiques fijos. La solución a estos casos se encuentra en la instalación de cortinas acústicas opacas a la luz y que a la vez tienen cualidades ignífugas, contribuyendo así a la seguridad contra incendios. Al estar confeccionadas con tejidos absorbentes al sonido y a la luz, permiten proyectar una iluminación más limpia y sin reflejos.
En cuanto al sonido, siempre se puede mejorar la calidad del silencio, aislando las estancias más cercanas a los aledaños exteriores y en donde suelen percibirse los ruidos del exterior, desmejorando la tranquilidad de los visitantes y por consiguiente desluciendo la visita.
La amplitud del espacio y el color del recinto se relacionan directamente: por ello los tonos oscuros cierran el espacio, lo hacen más pequeño; los tonos claros y el blanco por excelencia, son abiertos, abren el espacio, lo ensanchan. Para contribuir a crear un ambiente plácido, las cortinas acústicas pueden ofrecer una gran variedad de soluciones, si es diferente al blanco, debe ser muy claro, contener un gran porcentaje de blanco, ya que los colores claros, además de proporcionar tranquilidad, atenúan en gran parte la imposibilidad que algunos colores tienen para armonizar al juntarse con otros.