Muchos talleres o empresas de mecanizados carecen de protección acústica para compresores y utilizan este tipo de maquinaria para el uso repetitivo y continuado de herramientas neumáticas como perforadoras, atornilladoras o brazos soportes para desplazar determinados productos semiacabados en una línea de producción. El problema viene cuando hay que soportar la cantidad tan elevada de decibelios que emite un aparato de este tipo.
La fricción que surge durante el proceso de compresión no solo provoca un molesto ruido sino también un aumento de la temperatura.
Este es el caso que se plantean muchos clientes, cuando tienen salas de compresores generando mucho ruido el cual impide el buen desarrollo del trabajo de las oficinas situadas en un edificio cercano.
Este es una problemática muy habitual en instalaciones industriales donde “mal conviven” salas de máquinas, oficinas y personal de entre secciones.
Hay distintas soluciones, todas ellas encaminadas a reducir el ruido que en ocasiones puede ser muy perjudicial al estar este tipo de maquinaria muchas horas en funcionamiento sin cesar.
Sobre todo si lo tenemos muy cerca, a veces la suficiente equidistancia de un compresor en funcionamiento puede ser significativo o al menos mantener una distancia mínima de seguridad, pero si tenemos que tenerlo cerca, un buen encapsulamiento ayudará a confinar el ruido dentro de la cámara creada.
Construir una pequeña habitación donde ubicar el compresor ayudará a reducir el ruido con materiales absorbentes y diluyentes de las ondas sonoras, más finalmente una capa de aislamiento, terminará por aminorar considerablemente el ruido convirtiéndole en casi su totalidad en vibraciones que serán absorbidas por amortiguadores de caucho, que son de donde se suspenden estos cubículos.
Los materiales utilizados para reforzar las paredes de un habitáculo estanco al ruido, pueden ser la lana de roca, la espuma de poliuretano proyectada, el revestimiento con tejidos ignífugos muy porosos como el algodón técnico Clase 1 o la fibra de vidrio que también es 100% incombustible y además un excelente material para aislar del ruido.
Como norma general los cuartos de compresores han de tener una entrada para acceder en momentos de mantenimiento, de ahí que cada vez que se abra y cierre la puerta principal, haya otra puerta aislante o cortina acústica que actúe como barrera de contención ante el ruido y éste no escape.