A medida que llega el buen tiempo y las temperaturas acompañan a salir más por la tarde y noche, son muchas las ciudades no solo las costeras sino las de interior las que aprovechan para ofrecer lo mejor de su oferta gastronómica y de copas. Con unas largas y pesadas restricciones, los jóvenes y no tan jóvenes se ven liberados para salir a discotecas, bares de copas y terrazas con más ganas que nunca generando en muchos casos ruido en el ocio nocturno.
Las terrazas y los pisos turísticos, principales focos de quejas y problemas de convivencia de muchos vecinos en Cataluña, aunque también hay que recordar que las fiestas mayores de muchos pueblos y ciudades causan molestias hasta altas horas de la madrugada, amparándose en que son fiestas del pueblo, difícil equilibrio si tenemos en cuenta que no sería lo mismo una fiesta popular sin desfiles, conciertos o una verbena, aunque siempre puede regularse un límite horario de noche.
Por tanto evitar el ruido en el ocio nocturno es un problema que muchos vecindarios tienen y no pocos han tenido que vender sus propiedades por no poder encontrar una solución más fácil. Algunas veces acudimos a soluciones muy caras como reforzar los acristalamientos de las ventanas por otros que aíslen más, aunque no es la solución definitiva.
Las algaradas y peleas por el exceso de alcohol y el turismo de borrachera, ocasionan un malestar entre quienes tienen que convivir noche tras noche con la irresponsabilidad de unos in cívicos, pero también se ocasionan perjuicios y no se respeta el descanso de las personas por la falta de contundencia de las autoridades.
En este blog hablamos sobre acústica y los problemas del ruido, aconsejando y proponiendo soluciones eficaces para la industria, la restauración y el hogar, como por ejemplo las cortinas acústicas fabricadas con tejidos técnicos ignífugos y que gracias a una amplia variable de combinaciones se pueden adaptar hasta en los lugares más complejos.
Antaño los problemas de aislamiento acústico surgían de locales mal acondicionados, pero también los ruidos surgían por la aglomeración de personas anexas al local, como ruidos de coches y motos pasando a gran velocidad o el propio gentío vociferando.
No solo las poblaciones de interior tienen problemas de ruidos por el ocio nocturno, también las zonas de playa tienen sus propios inconvenientes respecto de chiringuitos que, en el verano, llevan una actividad que suele ocasionar molestias a quienes viven cerca. Esto va muy relacionado a los alquileres de pisos turísticos en época estival, otra fuente de ruido y más quejas vecinales.
De esta forma podemos entender que son muchas las fuentes de ruidos y que no siempre son fáciles las soluciones, ya que a pesar de que los locales de ocio nocturno tienen que cumplir una normativa muy estricta en cuanto a aislamiento acústico, sí que es cierto que el consumo de alcohol en la calle aglomera y concentra a muchas personas y eso es difícil de evitar, incluso con las actuaciones de la policía.
