Después de un largo año confinados en casa, muchas familias, jóvenes en especial han salido a la calle con más ganas que nunca, para hacer deporte, compras, etc…Los bares han vuelto a abrir y las reuniones de personas en la calle en las terrazas de los bares han provocado algarabías y mucho, mucho ruido que ha generado en que muchos hogares tengan que cerrar ventanas.
Pese a tratarse de un año marcado por el confinamiento domiciliario, cada vez son más las familias que declaran sufrir afecciones por ruidos producidos por sus vecinos o del exterior.
Con el objetivo de prevenir, vigilar y reducir la contaminación acústica se creó en 2003 la Ley del Ruido, a la que se han ido uniendo distintas normas europeas, autonómicas y municipales.
Las ordenanzas municipales establecen los niveles de ruidos permitidos en cada horario en función de la zona (residencial, industrial, docente, etc.).
Ante situaciones límites a punto de hacer la paciencia a cualquiera que no pueda dormir por la noche, antes de tener más de un quebradero de cabeza en denuncias y desavenencias con los vecinos o locales comerciales cercanos a nuestro domicilio, podemos hacer un poco más por aislar acústicamente nuestro hogar.
Soluciones hay muchas, aunque algunas más efectivas que otras, como por ejemplo la colocación de una contraventana exterior o la instalación de cortinas acústicas multicapas.
Estas cortinas no resuelven plenamente el ruido del exterior, pero sí lo atenúa considerablemente si la instalación está bien hecha y las condiciones de la ventana acompañan.
Por ejemplo, en muros donde el aislamiento brilla por su ausencia, las vibraciones y entradas de aire originan una propagación del ruido con mucha facilidad hacia el interior de la vivienda.
Con todo ello, las estaciones del año cambian los hábitos de las familias, así en verano cuando por la noche dormimos con las ventanas abiertas por las altas temperaturas, estaremos expuestos más que nunca al ambiente ruidoso de la calle.
Por otra parte cerrar las ventanas de noche merma la calidad del sueño, porque se ha demostrado según la comunidad científica, que bajar la temperatura corporal unos grados ayuda a acelerar el metabolismo, con la consecuencia de que se pierde peso y al mismo tiempo se regula mejor los índices de azúcares previniendo la diabetes.
Es cierto que las cortinas acústicas se usan para aislar mucho más una habitación del ruido exterior, por lo que no tendría sentido el dejar las ventanas abiertas con este tipo de cortinas.
También es obvio que un conjunto de medidas como realizar un buen sellado en las juntas de las ventanas y mejorar el sistema de recogida de la persiana puede reducir mucho más la entrada de ruido a nuestra vivienda.