Todos los materiales que se usan en la construcción tienen una conductividad acústica, desde paredes, madera, metal, plástico, etc…, son muchos las zonas por las cuales las vibraciones del sonido son absorbidas, reflejadas y transmitidas.
Nos falta el término aislamiento, que se confunde muy comúnmente por tener la creencia de que el sonido puede desaparecer, pero no es así, a lo sumo se puede transformar y un sonido muy agudo podría convertirse en uno más grave y de menos potencia.
Otro factor en el proceso de la conductividad acústica es cuando una onda sonora sale de la fuente emisora empieza a reflejarse y otra incide en el interior de los materiales, de ahí que la conductividad acústica de ciertos materiales sea más propenso o menos para lograr una disipación de la energía absorbida.
Una cortina acústica posee una estructura que le permite transformar la energía resultante del sonido en energía calorífica, gracias a que transforman la vibración de las ondas en pequeñas cantidades de calor, disipándolas en una serie de capas de tejidos altamente fibrosos que resultan buenos y eficientes en la absorción acústica.
En cuanto a la conductividad térmica existen cortinas con una alta resistencia al flujo de aire, lo que le confiere características de gran aislamiento y otros materiales que conforman cortinas con otras propiedades.
Los aspectos innovadores que ofrecen determinadas cortinas invitan a seguir investigando llegando a diferenciarse por sus soluciones que se pueden encontrar actualmente en el mercado.
Entre estas soluciones están los tejidos que tienen una alta conductividad acústica y térmica, que ayudan con una transmitancia calorífica y sonora para que otras capas solapadas vayan diluyendo tanto el calor como el sonido atrapado.
Aunque no es un material digamos pertinente por su aparatosidad, el cartón con alveolos puede usarse como cortinas antiruidos, pero no puede fruncirse, sí que presenta unas cualidades muy idóneas para utilizarse como capa fija en paredes, cámaras de interiores y techos.
Un material que actúa como sistema de protección acústico; por su estructura interna reticular da hueco con un mayor espacio entre sus celdas, esto le brinda una mayor capacidad de tolerancia a las frecuencias vibratorias al romper las ondas sonoras por lo que se les emplea para crear sistemas de protección acústica, ofreciendo una excelente capacidad para difuminar los sonidos.